Preparación del pie:
Primero, tus pies se preparan para la acción. Limpiamos profundamente cada rincón, eliminando restos de esmalte viejo, suciedad y cualquier impureza que no tenga cabida. Después, realizamos una exfoliación suave que no solo quita las células muertas, sino que deja tu piel lista para lo siguiente. ¡Es como darle un respiro a tus pies!
Corte y limado de uñas:
Las uñas no se cortan al azar, ¡no, no! Se cortan y liman con mucho cuidado para darles la forma adecuada, evitando que se encarnen. El limado de los bordes se hace con precisión para evitar molestias. Sabemos que unos pies bien cuidados no solo lucen mejor, ¡sino que se sienten mejor!
Tratamiento de cutículas:
Aquí es donde nos ponemos un poco más técnicos. Se empujan y retiran las cutículas, dejando la base de la uña completamente limpia. Esto no es solo por estética, sino también para asegurarnos de que el esmalte se adhiera perfectamente.
Aplicación del esmalte permanente:
La clave aquí es la base. Primero, aplicamos una base especializada que asegura que el esmalte no se despegue con facilidad. Luego, aplicamos el esmalte semipermanente capa por capa, asegurándonos de que quede suave, uniforme, sin burbujas ni imperfecciones. Y cada capa, ¡es curada bajo la lámpara UV o LED! Porque sin curado, no hay magia.
Curado en lámpara UV o LED:
Cada capa de esmalte necesita su dosis de «secado». Bajo la lámpara UV o LED, las capas se fijan y aseguran que el esmalte dure como una promesa de amor eterno. El proceso es rápido, casi como un chasquido de dedos, y cuando terminamos, tienes un esmalte listo para resistir 2 a 3 semanas, como un gladiador en la arena.
Finalización:
Para darle ese toque final que te hace sentir en las nubes, aplicamos un top coat que sella el esmalte, dejándolo brillante como nunca. Y para rematar, un pequeño masaje hidratante para que tus pies no solo luzcan bien, sino que también se sientan suaves y cuidados.
Nuestro tratamiento de pedicura permanente en Madrid en el Barrio de Salamanca no solo te da un acabado impecable, sino que garantiza que el esmalte se mantenga en su lugar, sin perder ese brillo resplandeciente ni descascararse. Así que, si buscas algo que te dure, que resista el paso del tiempo y, encima, te deje con una sonrisa en los pies, ¡esta pedicura permanente es la opción ideal!